lunes, 14 de septiembre de 2009

domingo, 13 de septiembre de 2009

lunes, 7 de septiembre de 2009

luciano limpio. bienal regional M.A.C bahia blanca 2008

algun momento del 2007













OBJETOS EN DESUSO
Trabajo desde hace un tiempo con rollos de fotografías; mejor dicho, con lo que queda del rollo una vez reveladas las fotografías: un resto, un objeto inútil. ¿Qué hacer con esos restos? Me pregunté. Convertirlos en otra cosa, me dije. Así que comencé a jugar con esos rollos, sólo para ver a dónde podía llegar, en qué podía transformarlos. Y jugando llegué a hacer juguetes, lo que visto ahora parece casi lógico ¿Qué chico no transforma una rama en una espada, un repasador en una capa, un bollo de papel en pelota? Yo hice autos de juguetes con rollos de fotografía.




PRÁCTICA DE ABUELOS

Me acordé de viejos autitos de chapa, y también de algo que solían hacer los abuelos o los padres cuando no había dinero para juguetes: fabricarlos ellos. Barriletes de papel, avioncitos de madera, una honda, etc. El único límite para transformar algo en un juguete era la imaginación. Ahí contaba la inventiva, la improvisación de los padres o abuelos que creaban con escasos recursos, en tiempos de pobreza, aquellos inolvidables juguetes, hoy piezas de colección personal. Así que trasladé esos recuerdos a mi trabajo e hice juguetes, y además calculé los costos de la operación: con 120 centavos era posible hacer entre 12 y 15 autos, un promedio bastante económico.


ARTESANÍA INDUSTRIAL

Como último paso pensaba en que estos juguetes artesanales podían presentarse como si de una producción industrial en masa se tratase: simulando las parcelas de almacenamiento de las fábricas automotrices, donde se dividen en lotes según el modelo. Los juguetes se dispondrían en la parte superior de urnas de acrílico transparente, de aproximadamente 1x1,5 m. Allí se daría el paso final, que es la compra o canje del juguete. Cada una de las urnas tendría una ranura por cada elemento
por donde introducir el dinero si es que se compra, quedando en manos del espectador fijar el precio que considere justo. También existiría la posibilidad de canje, sustituyendo el juguete por otro elemento de valor equivalente (aquí también depende del juicio del espectador). Luego de realizada la operación (compra o canje del “auto”), sobre la urna, en el lugar que ocupaba el juguete se colocará el cartel correspondiente: VENDIDO o PERMUTADO. La apuesta es que la muestra se convierta en un espacio dinámico, comenzaría con mis juguetes y quedaría con los espacios vacíos o con otros objetos en lugar
de ellos (testimonios de que ocurrió una acción, marcada a través de los carteles). Por lo que se podría decir que la mano de los espectadores modificaría de manera decisiva la muestra.

(fragmento)



Marcelo Diaz
2007

tarjeta personal agosto-2009

agosto-2008





santa verdura -marzo-2008





blanco -mayo-2008





signos julio/2007